Hace aproximadamente un año, sobre estas mismas fechas, celebramos una exposición fotográfica en el Campello con la participación de nuestros socios y en la que José Benito colaboró con dos de sus obras: “Cigüeñas en el crepúsculo” y “Puesta de Luna en el Atlántico”.
Durante la inauguración tuvo lugar un animado y controvertido debate en el que alguien con mucho descaro, osadía y poca prudencia se atrevió a debatir con este genio que está sentado a mi derecha, en torno a la pureza de la fotografía frente a la utilización de algunos de los nuevos recursos que las técnicas informáticas han puesto al alcance de todo el mundo. En el envite, esa audacia, atrevimiento, desfachatez y casi insolencia fotográfica, se vio malparada. El guión salió más o menos como estaba previsto. En aquella ocasión, recuerdo citar a Henry Peach Robinson y la obra “Impresión Sol Naciente” de Claude Monet.
José B. Ruiz con Afali Lucentum en el Abba Centrum. Foto: Beto Ruiz.
Hoy nos encontramos nuevamente aquí, frente a frente para celebrar la presentación de un libro que marcará un antes y un después en la Historia de la Fotografía en España. Tras “El Fotógrafo en la naturaleza” ve la luz “La composición en fotografía que lleva por subtítulo “El lenguaje del arte”. Tras haber tenido la oportunidad de leer el libro, creo que se rompe el tópico que dice que “Segundas partes nunca fueron buenas. Más aún, afirmo que la serie debe continuar hasta ser, al menos, trilogía y sus seguidores legión. Sin duda escaldado, aleccionado de la experiencia anterior, no pienso debatir en esta ocasión sobre composición, purismo y arte o diseño digital, ni tampoco lo contrario, o tal vez sí.
Socios y amigos. Foto: Beto Ruiz.
Incluso antes de abrirlo su portada llama la atención. Un magnífico hayedo envuelto en una casi tenebrosa niebla constituye una abierta invitación a adentrarnos entre sus troncos. Casi puede intuirse un sutil juego establecido por el autor, una invitación a adentrarnos en el bosque de la composición, entre las hojas del suelo y las páginas del libro, una metáfora perfeccionada por la imponente silueta de las raíces de un ejemplar de bello porte, cuyas raíces parecen hundirse en el río, descarnando la tierra para dejar paso al torrente de agua, cual lector que sostiene el libro y hunde sus manos en el lomo para descubrir los tesoros ocultos en las páginas, arcanos que se revelan como un tesoro compositivo. El lenguaje del arte.
Amigos del Club Forat de Gata de Gorgos. Foto: Beto Ruiz.
Dos son los detalles antes de abrir sus entrañas. Una el aspecto enmarcado de la portada: casi creo estar mirando la escena a través del visor de mi cámara. En segundo lugar, creo adivinar que, conscientemente el tono rojo que enmarca la foto ha sido cuidadosamente elegido. Primero fue el azul, ahora el rojo, nos falta el amarillo y la paleta estará completa. Nuevamente la trilogía se perfila en el horizonte.
El libro es una obra luminosa y apasionada. Recoge desde los claroscuros de la fotografía actual a través del prisma de José Benito, denuncia con vehemencia la de visión de ciertos estamentos que unas veces denostan e ignoran talentos y, sin embargo, encumbran en ocasiones la mediocridad confundiendo fotografía con otras cosas. Como dice, en palabras de SUSAN SONTAG: No debemos pensar que el museo pretende formar el gusto fotográfico.
José B. Ruiz, José Carlos Robles y Mark Kennedy. Foto: Beto Ruiz.
Es un libro fuera de lo común, uno pudiera esperar lecciones basadas en repetidos estereotipos, fórmulas inalteradas que por manidas conducen al inmovilismo e imitación. Al pasar las primeras páginas inmediatamente se palpa la ambición de la obra y el enorme trabajo de documentación realizado. No es fácil hacer un análisis sin una lectura detenida, reflexión y autocrítica tras las minuciosas y detalladas explicaciones de José Benito. Constituye una síntesis ordenada de las corrientes artísticas, estilos, disciplinas, teorías, estudios, corrientes y posiciones más divergentes, en la que las son constantes las referencias a la pintura, la escultura, diseño, fotografía, informática, tecnología, óptica, matemáticas, ciencia, naturaleza, cine y un largo etcétera.
Muchos son los detalles que me han llamado la atención. Disfrute enormemente al observar citas referidas a los pioneros: , Alfred Stieglitz, Gustav Le Gray, a los clásicos, Breson, Frank, Lewis Hine, pintores como Vermer, Van Eyck, Sorolla, Dalí, Gustav Klimt, el sublime Miguel Angel y las avezadas experiencias del pintor francés Edgar Degás en una clara visión prefotográfica en sus obras.
Sala del Abba Centrum a rebosar. Foto: Beto Ruiz.
Las discusiones en torno al término fotografía, retoque fotográfico, purismo, ética fotográfica, respeto, naturalismo, arte digital. En línea con sus argumentos, parece sorprendente que usemos con frecuencia el tópico de “puristas” para etiquetar más bien a quienes en rigor deberían ser considerados fotógrafos, de suerte que parece más legitimado el recurso a diversos recursos en una especie de inversión paradójica sobre los principios y orígenes de la fotografía, hasta el punto que la frase acuñada por Ansel Adams y que el libro recoge “NO TODO EL MUNDO CREE EN LA VERACIDAD DE LAS PINTURAS, PERO SÍ CREE EN LAS FOTOGRAFÍAS”, cobra más vigencia que nunca y acaso el propio maestro del grupo f/64 si pudiese echar un ojo al panorama actual quizás se plantease muy seriamente su reformulación
Socios de Afali Lucentum. Foto: Beto Ruiz.
Su distribución está estructurada en 8 capítulos:
1. LA PERCEPCIÓN.
2. LOS ELEMENTOS.
3. LA LUZ.
4. COMUNICACIÓN VISUAL
5. COMPOSICION EN FOTOGRAFIA
6. EN LA PRÁCTICA
7. LA EVOLUION
8. EL ESTILO
Más amigos y socios de Afali Lucentum. Foto: Beto Ruiz.
Un libro que comienza con referencias al arte rupestre, prosigue con la psicología de la percepción, la Gestalt, Bauhaus, que pasa por referencias a las revolucionarias aportaciones de Matrix, los esfuerzos de Stiegliz bajo la nieve para captar su famosa fotografía “Invierno en la Quinta Avenida” de 1892, la proporción aurea, novedosas teorías como la “Hipótesis Sabana”, referencias al síndrome de Sthendal y que termina incluyendo fotografías de ADAMS Y KARL BOLSSFELDT.
Poco más antes de concluir. Al hilo de las enseñanzas de José Benito y su odisea en pos del “Only Raw”, captemos su mensaje. A todos nos suenan términos como: photoshop, apertura, lightroom, corel, gimp, plugins, noiseware, hdr, tratamiento por zonas, máscara de enfoque, incluso …. : ”El proceso “Mellado”. Hora es pues de atender sus consejos y buscar la esencia de la fotografía y aprender de los clásicos que cita: Dorothe Lange, Walker Evans, Atget, Juliet Margaret Cameron, Watkins, Lewis Hine, Casas Abarca, Antonio Campañá, Ortiz Echagüe, etc, nombres que quizás debieran sonar en nuestra retina como el obturador de nuestras cámaras .
Con orgullo puedo decir yo estuve allí, fui testigo del momento mágico de la captura de una escena inmortal. En la playa de la Caleta, junto a Beto y José Benito, tuvimos el placer de hacer unas fotos, cuya recompensa se plasma hoy en la página 86 de libro.
José Carlos y José B. Ruiz en el momento mágico. Foto: Beto Ruiz.
En el libro, los profesionales, aficionados y amantes de la naturaleza y la fotografía en esencia, hallarán un instrumento útil, una delicia visual, un ejercicio de composición desde la portada hasta la contraportada, una elegante maquetación, una esmerada selección de imágenes y unos textos enriquecedores bien merece la pena hacer sitio en cualquier estantería, con el recuerdo siempre presente de que la obra no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo paciente, minucioso, esmerado, apoyado en la técnica, la experiencia acumulada que transcienden la mera captación de imágenes a través del lápiz de la naturaleza de José Benito para convertirse en sí mismo en una obra de arte sublime, un escaparate a los rincones más hermosos, delicados.
José Carlos Robles.
Presidente de Afali Lucentum.