La Asociación de Artistas Alicantinos, nació hace ya más de diecisiete años, por la necesidad de que los artistas plásticos del ámbito provincial contaran con una entidad que los agrupara y diera fuerza y representación ante los organismos públicos y privados.
INAUGURADA LA PRIMERA TANDA DEL SALON DE PRIMAVERA
Con la asistencia de Pedro Romero Ponce, Diputado de Cultura, en la noche del miércoles se inauguro el Iº Turno del tradicional SALON DE PRIMAVERA, que este año cuenta con el vital patrocinio de la Excma. Diputación Provincial.
Pese a la coincidencia con el partido de la Selección Española de Futbol, la pasión por el Arte de nuestros asociados y allegados, fue superior a la pasión por el deporte y así lo dejaron patentes los casi doscientos asistentes al acto.
Comenzó protocolariamente con la bienvenida de nuestro Presidente Juan Antonio Poblador, quien agradeció la presencia de Pedro Romero, impulsor y alma del concierto firmado con la Diputación, de quien dijo, que pese a la crisis, había mantenido en consonancia con el del año pasado, el convenio del actual. Igualmente agradeció al personal técnico de la Diputación, encabezado por nuestra querida Nancy, las atenciones y desvelos para con la Asociación, y el buen entendimiento entre ella y los Comisarios designados para esta exposición, Carlos Bermejo, Rafael Estela y José Zapata.
A continuación y en nombre del comisariado tomo la palabra Carlos Bermejo, quien se dirigió a los asistentes con la siguiente alocución:
“ALGO SOBRE LAS EXPOSICIONES COLECTIVAS Y EL DESEO DE EXPONER
El creador plástico, desde el arte rupestre de las cuevas de Altamira, por citar alguna
de las más conocidas, siempre ha pretendido dar a conocer sus creaciones para reafirmar
su “yo” y al propio tiempo lograr alguna ventaja sobre los no iniciados; léase influencia
mágica (los primeros artistas), sentimiento religioso más tarde, fama, prestigio y mas
prosaicamente, dinero.
Los artistas de la antigüedad se agrupaban en gremios, y el que aspiraba a exponer o
vender su obra, tenía que tener el visto bueno de los burócratas del gremio, después de haber pasado por largos años de aprendizaje en los talleres de los maestros, que además
de sacarles el dinero por impartirles sus enseñanzas, los tenían de chicos para todo y casi esclavizados. Durante muchos años, al artista se le consideraba como artesano y ni siquiera firmaban sus obras, permaneciendo el creador en el anonimato tanto si creaba un retablo gótico o era el arquitecto de una catedral. Más tarde, a groso modo, allá por el renacimiento, el artista fue reconocido como tal y fue agasajado por Papas y Príncipes de todo linaje, con los cuales se codeaban y tuteaban, y comenzó a firmar con orgullo sus obras.
Ante el éxito social alcanzado por los artistas, todo el que tenía alguna cualidad artis-
tica empezó a cultivarla para lograr aquello que veían que otros lograban.
Entonces
el arte se masifico y se anarquizo, campando cada artista a su aire y pretendiendo todos
darse a conocer. Para ello se crearon asociaciones, salones, museos y todo tipo de lugares de exposición, pero eran tantos los que querían hacerlo que no había lugar para
la marabunta que como hormiguitas acudían con sus cuadros o esculturas pidiendo que
su obra fuera expuesta.
Alguno de los que eran rechazados por los jurados de admisión o comisarios de expo-
siciones, se revelaban y por su cuenta y agrupados por afinidades estéticas, buscaban
lugares donde exponer, hasta “encima de las piedras”( porque si lo hacían debajo no se
veía su obra). Tal es el caso de los ahora famosos impresionistas, que rechazados en el
Salón Oficial, hicieron su primera exposición en la tienda del fotógrafo Nadal y de allí
saltaron a la fama, después de una carrera de obstáculos en la que muchos quedaron en
el camino muertos de hambre o dándose un tiro en la sien.
Afortunadamente, ahora el artista no lo tiene tan difícil ni tan fácil, por ello, como aquellos impresionistas, se agrupan para exponer juntos, logrando lo que en solitario es tan difícil, arropándose mutuamente con los visitantes que cada uno pueda aportar, abaratar costes y compartir la bendita pasión por el arte que llena sus vidas y casi nunca
sus bolsillos.
Todo eso y mucho mas (como dice la manida frase publicitaria) es lo que la Asociación de Artistas Alicantinos está logrando en las múltiples colectivas que gracias a los organismos públicos y privados, consigue para sus asociados. Pero hacerlo con el patrocinio y el respaldo económico de la Excma. Diputación de Alicante y más concretamente de la Diputación de Cultura, es algo que los sesenta y dos artistas que exponen en este SALON DE PRIMAVERA, agradecerán siempre.”
Cerró el acto el Diputado Pedro Romero, quien dio un magnifico recital de buen decir tanto en el fondo como en la forma. Alabo el buen ambiente que puede apreciar entre los asociados y de la importancia de una Asociación que tiene más de doscientos afiliados. El espíritu joven de los maduros que se vuelcan en el Arte y prometió su apoyo y el de la Diputación mientras esté al frente de Cultura.
Seguidamente se procedió al reparto entre los asistentes, del magnífico catalogo realizado para la exposición en el que figuran los cuadros, las fotos personales y lo curriculum de cada uno de los sesentas y dos artistas que exponen en los dos turnos en lo que esta divido el SALON DE PRIMAVERA.
Y ya, para finalizar, la guinda del pastel la puso el catering del Sorell, que, como siempre, fue exquisito y abundante.
Carlos Bermejo
Secretario y Coordinador de Exposiciones.
www.asociaciondeartistasalicantinos.blogspot.com
En la Sala Maisonnave, 33
Primera tanda del 1 al 14 y segunda tanda del 15 al 30
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